10 años de ley de igualdad en España

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Pese a los avances, la aplicación de la Ley de 2007 ha tenido altibajos: en 10 años ha habido una reducción de hasta la mitad del presupuesto destinado a promover la igualdad.

El Congreso de Los Diputados de España. Foto: Conigualdad.org

El Congreso de Los Diputados de España. Foto: Conigualdad.org

Artículo completo publicado en la revista SABmés

Esta primavera se han cumplido 10 años de la Ley Orgánica de Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres, una legislación pionera en España.

Aún recuerdo el largo proceso para poner en funcionamiento esta ley de la mano del ejecutivo de José Luís Rodríguez Zapatero, con una amplia participación de organizaciones feministas, sindicatos y partidos… y también con muchos ataques de parte de quienes aseguraban que era un exceso, que atacaba a los hombres, etc.

Finalmente, en 2007 vieron la luz avances tan novedosos en España como la obligatoriedad de hacer planes de igualdad en grandes empresas, el equilibrio de género (40-60%) en las listas electorales, el permiso de paternidad de 13 dias, la transversalidad de la perspectiva de género, las definiciones de discriminación directa o indirecta, etc.

Sin embargo, no puede valorarse toda la efectividad de esta ley sin antes observar la acción institucional y política durante esta década, en la que ha habido muchísimos cambios: diferentes gobiernos, fuerzas políticas distintas, responsables políticos y niveles ministeriales cambiantes, etc.

Su aplicación, en este sentido ha tenido altibajos: en 10 años ha habido una reducción de hasta la mitad del presupuesto destinado a promover la igualdad por parte del Gobierno de España, y una falta de recursos para asegurar el cumplimiento de medidas como los Planes de igualdad en empresas de más de 250 trabajadores, entre otras.

En cierta manera puede que haga falta readaptar la Ley para, como indicó en su día una Ministra de Igualdad de un país nórdico, pasar de las recomendaciones y principios rectores a medidas obligatorias con instituciones, presupuestos concretos y sanciones en casos de incumplimiento.

En definitiva, una Ley como la de Igualdad contiene bases y herramientas para avanzar. Y esta sin duda nos ha permitido avanzar. Pero si no existe la suficiente voluntad política para aplicar todo lo propuesto jamás conseguiremos cumplir los objetivos que una sociedad aún desigualnos exige.

Rubén Castro Torres

Experto en violencia de género por la UNED

 

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