Alemania establecerá cuotas del 30% para incorporar a las mujeres en la dirección de las grandes empresas

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la nueva ley alemana exigirá el cumplimiento de un 30% mínimo de mujeres en los puestos de decisión de las grandes empresas

mujeres y hombres presidentes empresas UE_fuente_women_on_board_progress_reportPese a las conocidas reticencias de la canciller Angela Merkel en lo referido a las cuotas y las acciones positivas, su coalición con los socialdemócratas parece haber impulsado definitivamente medidas de importante calado.

El requerimiento de un 30% de mujeres en los puestos de decisión forma parte de la Ley para la igualdad de participación de hombres y mujeres en posiciones de liderazgo en el sector privado como en la administración pública, que podría entrar en vigor en 2015.

Por lo general, se trata de una reserva de plazas que aún está lejos de alcanzar la paridad (ni siquiera el equilibrio) pero que avanza en la introducción de las mujeres en los puestos de decisión empresarial:

Cuando las mujeres representan tan solo el  13% de los puestos en los Consejos de Administración de las grandes empresas de la Unión Europea[1] cualquier medida que remueva la infrarrepresentación femenina se hace imprescindible (nos encontramos con peores datos si nos fijamos en la dirección o presidencia de grandes empresas, de las que solo un 3,2% son ejercidas por mujeres).

Cierto es que en la última década algunas leyes han promovido su incorporación mediante medidas suaves (recomendaciones, convenios con el Estado, etc.) , pero ante el lento avance de los sectores económicos y empresariales, se hacen necesarias acciones cuanto menos vinculantes.

La Ministra Federal de Familia y Mujer, Manuela Schwesig ha recordado que “durante muchos años se ha discutido y debatido” este asunto, pero que al no ejercer medidas “muy poco ha sucedido”

En total, más de 3.500 compañías pueden avanzar en diferentes niveles con esta medida

Si sale adelante, la nueva ley alemana exigirá el cumplimiento de un 30% mínimo de mujeres en los puestos de decisión (junta ejecutiva, dirección, etc.) de empresas que cotizan y/o con consejos de supervisión (representantes de los accionistas y representantes de los trabajadores).

En total, más de 3.500 compañías pueden avanzar en diferentes niveles con esta medida, según la nota de prensa emitida por los Ministerios Federales de Justicia y de Familia, Tercera Edad, Mujer y Juventud.

Es muy destacable el hecho de que ante esta noticia, las reacciones en contra no se han hecho esperar, y la mayoría de los medios recalcan lo “polémico” de la medida.

Sin embargo, esas reacciones no tienen nada de novedoso: siempre que se ha pretendido incorporar a las mujeres en cualquier ámbito de decisión, quienes no quieren perder sus privilegios hacen todo lo posible para congelar los avances.

En el caso de las cuotas se suele aducir a que “son una discriminación hacia los hombres”, “minusvaloran a las personas más capaces”, etc.

Ante esas críticas, cabe recordar que pese a los muchos años de participación de las mujeres en las empresas, su extensa formación y su participación en la vida pública, su acceso a los espacios de decisión ha sido a la práctica imposible.

Y pese a que disponemos de argumentos sobre el beneficio económico de las aportaciones femeninas en las empresas, no puede haber mayor motivación que garantizar la igualdad entre personas.

Tachar hoy de discriminación cualquiera de estas acciones supone un claro error

La capacidad, experiencia y legitimidad de las mujeres están sobradamente demostradas, y lo único que se requiere es partir del reconocimiento de que ellas han de poder participar en un plano de igualdad con los hombres allí donde deseen.

En definitiva, si las medidas tomadas hasta ahora no han llegado hasta donde se pretendía no queda más remedio que emprender de nuevas.

Tachar hoy de discriminación cualquiera de estas acciones supone un claro error conceptual:

Los hombres ya pueden llegar allí donde deseen según su experiencia y capacidades. Las mujeres no. Ahora se trata de abrir ese espacio para que sean también las mujeres con mayor experiencia y capacidad quienes alcances ese lugar.

empresas e igualdad



[1] European Union, Women in economic decision-making in the EU, 2012,

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