El 30% de la población española consideran aceptable formas de violencia machista como el control a la pareja

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Un 49% de hombres que consideran la desigualdad pequeña o inexistente según una encuesta realizada a finales de 2012.

machismo y violenciaEn este artículo analizamos los resultado de la última encuesta presentada en España sobre violencia de género

La Delegación del Gobierno para la Violencia de Género (Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad) ha presentado el Análisis de la encuesta sobre percepción social de la violencia de género. El Informe ha sido realizado por el Catedrático de Sociología de la Universidad Autónoma de Madrid, Gerardo Meil Landwerlin, en base a los resultados de la encuesta nº2968 realizada a finales de 2012 por el CIS a petición de la Delegación del Gobierno. La muestra abarca 2.850 personas de ambos sexos y de todo el territorio español.

 

Este estudio indaga en la percepción ciudadana del fenómeno de la violencia de género, cuáles se consideran sus causas, qué actitudes forman parte de esta violencia, los mitos, cómo se actúa al conocer casos de violencia en el entorno o qué recursos se reconocen. Asimismo se han analizado la repercusión de las campañas de sensibilización, y si se consideran relevantes.

Ante todo, es interesante empezar por el fundamento práctico de la violencia de género, que  es la desigualdad de mujeres y hombres, tan arraigada que parece invisible.

Un 49% de hombres que consideran la desigualdad pequeña o inexistente.

Nuevamente, un estudio corrobora la existencia de esa situación a la que Amelia Valcárcel llamaba “el espejismo de la igualdad” que supone la creencia de que ya somos iguales, es decir, que mujeres y hombres tenemos los mismos derechos y oportunidades.

No se trata de una minoría de gente desinformada, pues hay un 49% de hombres que consideran la desigualdad pequeña o inexistente. Y si bien en el caso de las mujeres la cifra se reduce al 27%, en ambos casos suponen una gran parte de la sociedad que desconoce la existencia de la desigualdad y sus consecuencias.

Pese a que el 92% de españoles/as que considera inaceptable la violencia de género, un 30% ven aceptable formas de violencia psicológica como el control.

Ante preguntas directas sobre el concepto de violencia o malos tratos encontramos que más del 92% de mujeres y hombres la consideran inaceptable. Sin embargo, cuando entramos en las actitudes que componen esa misma violencia se relativiza su importancia.

Cabe tener en cuenta que si el encuestador/a identifica una actitud con un término que se sabe social y penalmente reprobado ya lo envuelve de negatividad (al hablar de restricción de libertad, por ejemplo).

Como ya nos han mostrado estudios como el dirigido por la Universidad Complutense y la Delegación del Gobierno para la violencia de género en 2012, la mayoría de las actitudes violentas o abusivas que van más allá de la agresión física, no son consideradas como tal, e incluso se asume que son algo “normal” por ser tradicional, parte del “amor, etc.

Así, en torno a un 30% de mujeres y hombres consideran inevitable o aceptable en determinadas circunstancias el control a la pareja. (La cifra coincide con la respuesta de los y las adolescentes en el anterior estudio citado, en el que un 29,6 %  consideran que controlar todo lo que hace la pareja no es violencia.)

Hubiese sido interesante preguntar por otras formas de violencia como el chantaje emocional -que también pueden ser una forma de someter hacia la violencia sexual- o el control a través de nuevos medios que están cada vez más integrados en la población (como el móvil o Internet)

Por otro lado, un 30% asegura conocer a alguien que ha sufrido o sufre violencia de género. Hay diferencias significativas entre las respuestas de los hombres (que lo asegura un 25%) y las mujeres (un 35%)

Mitos para desviar la atención

Los mitos alrededor de la violencia de género están muy extendidos, de forma que, partiendo de los resultados de este estudio, sabemos que cuando hablamos de V.G. hay un porcentaje importante de personas que:

  • la concibe propia de especiales circunstancias (baja formación, inmigración, recursos económicos, etc.)
  • exculpa al agresor
  • culpabiliza a la víctima

De hecho, un 38% creen que los agresores tienen alguna enfermedad mental, un 43% creen que hay más agresores extranjeros que españoles, un 33% creen que las mujeres que han sufrido violencia de género tienen un nivel formativo bajo y un 35% creen que si las mujeres sufren maltrato es porque lo consienten.

Ese cúmulo de mitos dificulta aún más el reconocimiento de una lacra que en España cada año sufren 600.000 mujeres (Macroencuesta 2011) y en poco más de una década se ha cobrado la vida de 700 mujeres. Los datos son pura evidencia científica y hablan por sí solos.

Todo ello mantenido en el tiempo es la trampa perfecta para que todavía haya una mayoría que desconozca lo que es la violencia de género, la considere como algo aislado, de poca gravedad, o incluso provocada por la propia víctima, como nos revela esta encuesta. Podríamos hablar de muchas más invenciones, que introducen excusas como el alcoholismo o el bajo nivel adquisitivo, invisibilizando en su conjunto la verdadera causa: la desigualdad estructural y la socialización en base a este sistema patriarcal.

¿Cómo actúa la gente ante una situación de violencia de género?

Recursos contra la violencia machista

Haz click aquí para conocer los recursos contra la violencia de género en España

Preguntados sobre que harían al conocer o presencia una situación de agresión o malos tratos hacia una mujer, la gran mayoría aseguran que actuarían de alguna manera (solo un 2% permanecerían sin hacer nada). La acción más reconocida es llamar a la policía (63%), seguido de llamar la atención de otras personas que podrían ayudar (11%)

Además, un 26% de los hombres se enfrentaría al agresor, frente al 11% de las mujeres que lo haría.

En la encuesta se echan en falta preguntas sobre otras reacciones como hablar con la víctima o darle cobijo, que también son opciones válidas y que así suceden en la práctica.

Por otro lado, al hacer la encuesta se ha indicado la acción de llamar a la policía, pero no la de llamar los servicios de información y atención a las mujeres, o al 016 (servicios que si son expuestos al preguntarles sobre las denuncias.)

Esta estructura de la encuesta refuerza la idea de que la salida a la violencia de género es únicamente a través de la denuncia. Sin embargo, antes o a la vez que se presenta denuncia (si es que se presenta) también resulta importante el apoyo del entorno, recibir información útil, conocer los derechos, abandonar la relación abusiva si es posible, etc.

Al preguntar por el lugar dónde interponer una denuncia, la gran mayoría responde la Policía (un 75%) u otros cuerpos policiales, seguidos por el teléfono 016 (un 18%) y los juzgados (9%)

Sensibilización e impacto de las campañas

La mayoría (48%) recuerda alguna campaña de sensibilización contra la violencia de género. Sin embargo al preguntar por los nombres/contenidos de estas campañas hay una gran dispersión. La única respuesta más indicativa la encontramos en que el 22% señala los anuncios de televisión en general.

La inconcreción se puede deber al hecho de preguntar por una lista de más de 30 campañas -algunas desaparecidas hace más de 5 años -por lo que tal vez hubiese sido mejor preguntar directamente por las últimas campañas de 2013.

 El teléfono 016 solo es conocido por un 39% de las mujeres

Es muy destacable que cuando preguntamos por el teléfono 016, éste solo es conocido por un 39% de las mujeres y por un 30% de los hombres (En cambio, el 64% de las mujeres víctimas de la violencia de género sí conoce el teléfono)

Teniendo en cuenta que el 016 es uno de los servicios universales más accesibles, tanto por su formato (abierto 24 horas, accesible, en múltiples idiomas, confidencial y no deja huella en las facturas) como por sus recursos (ofrece información ante dudas, vincula a servicios de urgencias, recursos territoriales, etc.) es muy negativo que haya tantas mujeres (y hombres) que no lo conozcan.

En conclusión

Como puede verse en todos los estudios presentados año tras año, estamos ante una realidad que sigue siendo desconocida o mal conocida, pese a no ser menor en su extensión ni en sus causas, pues se ampara en el mismo contexto social en el que todas y todos vivimos.

Este estudio obliga a reafirmar las políticas de prevención, que deben ser intensas y amplias para ser verdaderamente generadoras de cambio. Eso implica actuar de forma intensa en la educación, no solamente la infantil y secundaria, sino también sensibilizando a toda la ciudadanía y especialmente a los hombres-

Por otro lado, los servicios que estructuran la red de atención e intervención ante la violencia de género deben reforzar su difusión  para llegar a todas las mujeres que puedan estar viviendo una situación de violencia, así como su entorno. La denuncia es un instrumento muy importante, pero no debe ser el único si tenemos en cuenta las características de esta violencia.

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