Rompiendo mitos: Las denuncias falsas por violencia de género
Pese a que la mayor parte de mujeres que sufren violencia de género no denuncian (abandonan la relación mediante separación, divorcio,etc.) existe un mito muy extendido que habla de denuncias falsas por violencia de género, como si estas fuesen una norma.
Lejos de todo rumor, los datos muestran que en 2012 tan solo hubo un 0,0038 % de denuncias falsas, teniendo en cuenta las sentencias condenatorias. En todo caso, si a esto incluimos los procedimientos por denuncias falsas que aún están en tramitación el porcentaje apenas alcanza el 0,022%.
Las denuncias falsas por violencia de género en España no alcanzan ni un 1% del total.
Así mismo, el propio informe de la Fiscalía General del Estado sobre 2012 aclara que hay un «escasísimo porcentaje de causas incoadas cada año por delito de acusación y denuncia falsa», lo que hace caer los mitos que sostien que las leyes contra la violencia de género perjudican a los hombres y amparan las denuncias falsas.
Es indudable que las denuncias falsas deben investigarse, como se hace, y en caso de así constatarse penalizar a su responsable. Pero su minusculo alcance no puede exajerse hasta mostrar a todas las mujeres como «falsas» y al sistema como injusto.
Y es que, la difusión del mito de las denuncias falsas, refuerza el estereotipo de mujeres malvadas. Todo ello pretende mostrar a las mujeres como perversas y con intención de aprovecharse de los hombres, justamente lo mismo que se encuentra en los fundamentos de la violencia de género, en la que el maltratador pretende mostrar a la mujer como responsable de la violencia que recibe.
Unas intenciones que provienen de las raíces mas profundas de nuestras sociedades, para tachar de injustas las leyes que precisamente velan por acabar con las desigualdades. Unas leyes como la Ley 1/2004 que apenas cuentan los lustros, frente a una desigualdad de género de siglos.
Además, cabe destacar como otros mitos pretenden negar u ocultar la realidad del maltrato que cada día sufren cientos de mujeres y su entorno: pero el numero de mujeres asesinadas están ahi. Como también lo están los datos que indican el número de mujeres que han sufrido o sufren violencia, y en esta ocasión, las pocas denuncias falsas.
Contra todo eso, la solución recaé en mostrar los datos, romper mitos y prejuicios que no hacen más que mantener la desigualdad y la violencia sobre las mujeres. Y en ese camino la educación es la clave.
Lamentablemente, resulta vergonzante la invisibilidad de estos datos en algunos medios pues resolverían muchas dudas y desbaratarían malas intenciones.
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